Beber un buen vino es uno de los placeres más deliciosos en la vida. Para el consumidor esporádico o el que se inicia, puede parecer un poco complicado y es probable que cometa algunos errores. Para que no te miren mal en un evento o en una cita, varios especialistas dan orientaciones y consejos acerca de diversos tópicos del maravilloso mundo del vino.
Mitos o falsas creencias al consumir vino
- El precio de un vino no determina su calidad: no siempre son los mejores, a veces es necesario un entrenamiento de degustación.
- Brindar chocando la copa con fuerza: las copas se deben chocar con suavidad y por un punto específico: la parte inferior del cáliz.
- Colocar hielo a una copa de vino caliente: es considerado un “sacrilegio”, pues el hielo se derrite y convierte el vino en agua, alterando todo el sabor.
- Remover demasiado un vino: debes darle vueltas, pero poco, no agitarlo, pues demasiado movimiento lo oxidará.
- No usar el decantador: los decantadores son para eliminar los sedimentos en los vinos más añejos, ya pueden dar mal sabor al vino.
- Llenar la copa: lo ideal es servir un poco menos de la mitad de la copa.
- No elegir la copa adecuada: las de vino blanco casi siempre son más pequeñas que las de vino tinto, pues necesitan menos oxigenación.
- Servir el vino en un vaso: pierde totalmente sus propiedades, se calienta y sus aromas no se liberan.
- Agarrar mal la copa de vino: se debe agarrar siempre por el tallo, nunca por el cáliz, pues el vino se calienta rápidamente.
- Beber el vino solamente con la comida: el vino es una bebida de momentos, es ideal para un día caluroso o un momento de desconexión.
- Beber muy rápido el vino: se debe disfrutar con todos los sentidos, con sorbos cortos, saborearlo, olerlo y sentir su cuerpo.
- Pensar que los mejores vinos son Ribera y Rioja: existe una muy amplia variedad de vinos, como para limitarse solo a esos.
- Guardarlo de forma vertical: se debe evitar que entre aire en la botella, por lo que se debe guardar de manera horizontal, así la humedad mantiene el corcho húmedo.
- No hace falta tener todos los accesorios existentes: con un buen sacacorchos y un decantador es más que suficiente.
- Elegir una determinada botella por vieja: la edad no es más calidad para el vino, solo le suma ciertas características; si pasa demasiado tiempo en la botella puede oxidarse.
- No darle importancia al color del vino blanco: si pasa demasiado tiempo, el vino se pone en contacto con el oxígeno y cambia de color: ámbar, mostaza o color huevo, y ya no está en buenas condiciones para beberlo.
- Empujar el corcho cuando se rompe: prohibido absolutamente, pues degrada el sabor del vino.
- Desconocer o negar el maridaje: maridaje significa “casar” un vino con un determinado elemento; complementa los sabores y es muy fácil de aprender.
- Servir vino en una copa húmeda: si contiene muchas gotas de agua, puede afectar el sabor del vino.
- Pensar que el vino en garrafa es malo: En Francia es muy usual guardarlo en garrafas de 5 litros. Es una forma de guardar y consérvalo de mejor manera.
- Pensar que mientras más grados de alcohol tiene es mejor: El alcohol no tiene nada que ver con su calidad, pues hay vinos para todos los paladares.
- Tomar un vino que sobró del fin de semana: no es buena idea, pues al contacto del vino con el oxígeno, se degenera y altera su sabor.
- Guardar una botella más de 20 años en un armario: depende si fue preparado para ser guardado en esas condiciones.
- Mantener vino sobrante a la temperatura ambiente: es mejor conservarlo frío y que se caliente lentamente en la copa, al sacarlo del refrigerador.
- Manchar el mantel: es muy mal visto por muchos, y para evitarlo debe girarse lentamente la copa, mientras termina de servirse.