Para poder degustar todas las propiedades de un vino este debe servirse a la temperatura ideal. Sin importar que este sea blanco o tinto, los valores como la acidez, el olor y la textura pueden modificarse totalmente según la temperatura de la botella. Para los que planean degustar un vino en épocas calurosas hoy se describirá varias formas de enfriarlo sin alterar las propiedades que estos ofrecen al paladar.
4 formas de enfriar una botella de vino
Cuando se piensa en reducir la temperatura de una botella inmediatamente surge la idea de hacerlo en el refrigerador. Pese a que esta alternativa se presenta como la más sensata y efectiva, nunca debe enfriarse un vino en la nevera debido a que los cambios bruscos de temperatura modifican las cualidades de estos. Por ello debe descartarse esta alternativa y optar por las reseñadas a continuación:
- Con fundas enfriadoras: la cuales han sido diseñadas específicamente para disminuir gradualmente la temperatura de las botellas hasta lograr una que sea agradable al paladar. Algunas marcas diseñan fundas exclusivamente para vinos para evitar alterar sus propiedades. Son asequibles al bolsillo y pueden encontrarse modelos que permiten regular la temperatura a la cual se desea enfriar. Para los motivos correspondientes se debe seguir las indicaciones de consumo en la etiqueta de las botellas.
- Con una cubitera: o cualquier otro recipiente en el cual se pueda colocar hielo, agua y, como un plus adicional, una cucharada grande de sal. Con este último ingrediente se logrará que la elevación de la temperatura en la botella sea gradual y no repentina. Preparada la cubitera se colocará la botella de vino en su interior y bastará solo cinco minutos para poder disfrutarlo.
- Con papel de cocina: ya se ha dicho que meter el vino en el refrigerador no es la opción más sensata para poder degustarlo. Sin embargo, si se tiene prisa por enfriarlo se puede apelar por un sencillo truco que evitará un descenso rápido de la temperatura interior de la botella. Para ello se debe rodear a esta con papel de cocina y proceder a colocarla en la puerta del refrigerador (no en el interior) por un tiempo de cinco a ocho minutos.
- Con uvas frías: o que se encuentren parcialmente congeladas. Las copas de vino no deben ser acompañadas con cubos de hielo, pues al deshacerse arruinan el sabor original del vino. Sin embargo, puede optarse por congelar parcialmente un par de uvas y colocarlas por cinco minutos en la copa para enfriarla. No es un método tan efectivo como los anteriores (al menos en cuanto a la preservación íntegra del sabor), pero resultará efectivo para determinadas circunstancias.
¿Cuál es la temperatura ideal del vino?
Para aproximaciones más certeras de cómo se debe tomar una copa de vino, debe tenerse en cuenta que si esta posee una temperatura entre 2° y 4°C no podrá disfrutarse de su particular sabor. Si esta supera los 20° C las sensaciones dulces y alcohólicas serán más agudas y lo demás se verá opacado. Para una mayor referencia puede tomarse la siguiente descripción según el tipo de vino que se beberá y que se han tomado al contrastar las recomendaciones de temperatura de los vinos más degustados por los consumidores:
- Vino tinto joven: se recomienda una temperatura promedio de 9°
- Vino tinto crianza: se recomienda beberlo a una temperatura de 15°
- Vino tinto reserva o gran reserva: es recomendable servir a una temperatura de 17°
- Vino blanco dulce: se recomienda una temperatura promedio de 8°
- Vino blanco seco: se recomienda beberlo a una temperatura de 10°
- Vino blanco fermentado: es recomendable servir a una temperatura de 12°
- Vino rosado: es ideal servirlo a una temperatura de 10°
- Vino generoso: se puede beber a una temperatura de 15°
- Vino espumoso: se recomienda catar a una temperatura de 7°
De igual forma es recomendable que el vino se conserve en un lugar donde no haya alteraciones constantes de luz y temperatura. De ser posible esta última debe oscilar entre los 12° y 17°C. Para poder conservarlos mejor es ideal que se adquiera una vinoteca, pues allí se puede controlar la temperatura al gusto. Con ello se asegurará que al destapar el corcho de botella pueda disfrutarse de un vino con sus sabores inalterados.